Como dice nuestro querido Juan Mata, no es necesario motivo alguno para que venga al colegio, puesto que esta es su casa. Así, el lunes día 12 de mayo, tuvimos el placer de disfrutar de un nuevo encuentro con él.
El aforo con las familias, fue más bien escaso, pero él supo bien hacer ventaja de lo que a simple vista era contrariedad. La asamblea se redujo a un círculo que dio proximidad y cercanía al encuentro. Habló sobre la diferencia entre cuentos tradicionales y cuentos populares, de cómo surgen unos y otros.
Particularmente, lo que más me llamó la atención y que tal vez sea de utilidad para toda la comunidad educativa, es lo que dijo sobre los inicios de los cuentos populares. Decía Juan que éstos nacieron para ser contados, generalmente en un grupo familiar, sentados al refugio de las palabras de una persona de referencia (abuelo/a, madre). Y, muy importante también, seguidos del diálogo y la conversación intergeneracional. Personas adultas y jóvenes, se reunían para esta actividad placentera. Los cuentos, para todos los públicos, eran comprendidos con mayor profundidad por los mayores que ayudaban a encontrar significado a las mentes más jóvenes. Por eso, en nuestra época muchos de ellos -si son originales y no adaptaciones melosas y dulzonas de los mismos- nos pueden producir cierto recelo. No están hechos para ser leídos por la niñez en soledad, sino para disfrutar de la compañía adulta que lo cuenta y adapta el significado a las características de cada persona que lo oye.
La sesión con el alumnado de primero y segundo fue mágica, como todas las que nos regala Juan. Sabe envolvernos de palabras hermosas por lecturas que cuidadosamente ha seleccionado para acariciar a quienes las escuchan. Hubieran pasado una mañana con él y todo lo que les contó les supo a poco.
Como no puede ser de otra forma, brota en nosotros un sincero agradecimiento por la visita recibida y por el regalo maravilloso de las palabras y la lectura.
En esta ocasión había previstas dos sesiones. La primera, con las familias y la segunda, con el alumnado de Primer Ciclo de Primaria.
El aforo con las familias, fue más bien escaso, pero él supo bien hacer ventaja de lo que a simple vista era contrariedad. La asamblea se redujo a un círculo que dio proximidad y cercanía al encuentro. Habló sobre la diferencia entre cuentos tradicionales y cuentos populares, de cómo surgen unos y otros.
Particularmente, lo que más me llamó la atención y que tal vez sea de utilidad para toda la comunidad educativa, es lo que dijo sobre los inicios de los cuentos populares. Decía Juan que éstos nacieron para ser contados, generalmente en un grupo familiar, sentados al refugio de las palabras de una persona de referencia (abuelo/a, madre). Y, muy importante también, seguidos del diálogo y la conversación intergeneracional. Personas adultas y jóvenes, se reunían para esta actividad placentera. Los cuentos, para todos los públicos, eran comprendidos con mayor profundidad por los mayores que ayudaban a encontrar significado a las mentes más jóvenes. Por eso, en nuestra época muchos de ellos -si son originales y no adaptaciones melosas y dulzonas de los mismos- nos pueden producir cierto recelo. No están hechos para ser leídos por la niñez en soledad, sino para disfrutar de la compañía adulta que lo cuenta y adapta el significado a las características de cada persona que lo oye.
Como no puede ser de otra forma, brota en nosotros un sincero agradecimiento por la visita recibida y por el regalo maravilloso de las palabras y la lectura.
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